Linkedin: Apunten!… fu-Ego!!!!
Por algo la mejor música que una persona pueda escuchar es su nombre en boca de un interlocutor… Tampoco debe ser una casualidad que la partícula ego forme parte de la palabra fuego.
Se atribuye a Arquímedes aquella sentencia que aludía al uso de la palanca como multiplicadora del esfuerzo humano directo: dame un punto de apoyo y moveré el mundo. Como se ve, el saber no es nuevo. Lo novedoso es la lectura. Lo difícil es encontrar la reinterpretación que permita aplicar aquel saber en este contexto.
Linkedin acaba de anunciar que ha llegado a los 200 millones de miembros. Para hacerlo, ha lanzado una campaña y generado muchísimo ruido… en donde le interesaba que sucediera: en los dominios 2.0.
Lo novedoso es que ha encontrado el punto de apoyo que necesitaba para multiplicar el esfuerzo humano directo: el ego de sus miembros. Lo que sigue es parte del relato de una de las personas que recibieron el mensaje de la campaña
Pero como todas las cosas en la vida, y siguiendo las recomendaciones que tanto se dan en relación con las redes sociales (lo que publicas en internet ya no tiene vuelta atrás), pensé… eso es imposible y empecé a reirme de mí mismo. Efectivamente diariamente siempre hay alguien que visita mi perfil, pero de ahí a que forme parte de ese elitista 1%, ó 5% ó 10% va un trecho. Si de acuerdo con las últimas publicaciones oficiales LinkedIn tiene 200.000.000 de usuarios ¿Puedo pensar realmente que mi perfil interesa a 2.000.000? Pero… si a esa cifra ni siquiera llega el número de visitas que lleva recibidas uno de mis blogs (www.procedimientostelematicos.com) el más visitado de los que tengo, en sus algo más de 5 años de vida…
¿Qué buscamos que suceda en la red?, que se produzcan grandes movimientos generados por acciones pequeñas, pero muy bien direccionadas. A veces le llamamos sinergia. Pero el nombre es lo de menos. Lo importante es que funcionen.
No dejes de leer el relato completo de la experiencia de uno de los señalados por el dedo creativo de Linkedin.
Actualización 18 de febrero de 2013:
Lo dicho: ahora me llegó el mío, que no es como el de Esteban, pero importa:
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