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Miles de victorias

Para empezar, y hablando de significantes, me resulta sorprendente este matching: ella se autodefine como emprendedora, se dedica al Marketing On Line y en particular sobre las Redes Sociales, como Asistente Virtual… y se llama Victoria Miles…

Freud decía de estas cosas que, lejos de ser casualidades, operan como causalidades, en lo que uno termina eligiendo como actividad (con mi nombre también se verifica la teoría, aunque los significantes están un poco más ocultos).

Supe de Victoria por Carlos Cabrera,  y volví a encontrármela en la Red de Teletrabajadores.

Quiero reproducir esta entrevista que le hicieron a Victoria, dialogar con ella y apovechar lo que dice para desplegar algunas reflexiones relativas a la producción-construcción de subjetividad en los entornos virtuales.

Te sugiero que empieces escuchándola.

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Compartir información

El modelo industrialista nos dejó arraigada la idea de que la acumulación aumenta el valor. Claro que esto sucedía cuando todo parecía cambiar en cámara lenta. Tener un dato que otro no tenía podía significar la diferencia entre ganar o perder. En la Sociedad de la Información, eso ya no cuenta. La discusión ya no es por un dato o una información exclusiva, sino por la atención de la audiencia.

Cuanto más compartís más aprendés, dice Victoria reafirmando aquello de que el saber es como el amor: cuanto más se comparte más se multiplica.

Juan Carlos Lucas, en un Rosario Blog Day, construyó este concepto desde otra perspectiva. Alguien le preguntó si no temía que al compartir información le robaran una idea. Dijo dos cosas: Poner en marcha una idea no es la idea. Tener una idea es el principio del proceso que supone un emprendimiento y eso significa que después hay que atravesar todas las dificultades que van apareciendo. Y la segunda: en tu empresa podés tener los mejores técnicos y el personal más capacitado del mundo, pero afuera hay más gente que puertas adentro. Por esa sóla razón, con seguridad afuera hay ideas que pueden mejorar la tuya.

Comunicar-transmitir efectivamente

¿No te ha pasado que vas a tomar un curso donde te prometen revelar el secreto mejor guardado de la obtención de resultados y cuando salís de allí te llevás la impresión de que estuvieron tratando de enseñarte a fabricar el hilo negro?

Esto no siempre está relacionado con la honorabilidad de la oferta. Más veces de las que uno supone, tiene que ver con dificultades en la transmisión. En el entorno de la llamada Sociedad de la Información está dicho todo y lo contrario de todo ¿Cómo recortar una idea, cómo contextualizarla para hacerla metabolizable? ¿Cómo agregar algo?

La propuesta de usar un podcast aquí resulta particularmente efectiva. Uno de los problemas que enfrentamos quienes trabajamos en la comunicación mediada por tecnologías es que a menudo se confunde conexión (el concepto tecnológico) con comunicación (el concepto lingüístico). Estar loggeado no es estar conectado con un ser humano. Las máquinas y los aparatos se conectan.

La comunicación es un proceso mucho más complejo, que se diferencia de la conexión en que produce algún tipo de devolución. Algún indicio a partir del cual puede empezar a tejerse la interactividad que posibilita el lenguaje, entendida como sociabilidad.

No se le escapa a Victoria que está hablándole a una audiencia a la que debe educar, que no necesariamente está familiarizada con la virtualidad inaudile del texto digital, y que además está hablando de una actividad novedosa. Nada mejor que el lenguaje radial, conocido y aceptado socialmente, para sortear algunas de las barreras del prejuicio.

Y un dato más: a pesar de su posición de liderazgo en el mercado, se matiene – como dicen los psicoanalistas- mostrándose fallada: no podría responder eso ahora, lo probé primero en mi propio negocio, hay mucho trabajo atrás de todo esto, a veces sale bien y a veces no… Lejos de estar impostando un personaje, se la escucha humana, próxima, alcanzable y eso favorece la empatía y mejora la transmisión.

Este no es un dato menor en el universo de la virtualidad. Las personas que no están acostumbradas a manejarse con estos estándares tienden a virar hacia pensamientos mágicos y atribuirle a la tecnología méritos que  -obviamente-  ellos no podrían manejar… y desde allí (más visceral que racionalmente) muchas veces se empieza a construir el rechazo.

El tono de la conversación y el medio elegido para hablar del negocio dejan en primer plano a un ser humano que usa la tecnología (ella se empeña en remarcar -además- alguna ventaja atribuible al género), lo que le sirve para desmontar ese aspecto resistencial de los no iniciados.

Construir credibilidad

No solamente se trata de construir creencia eligiendo el medio y el tono más adecuado para hablar de lo propio. También se construye dándole credibilidad a los colegas. Reconociéndolos en sus fortalezas y evitando machacar allí donde uno advierte debilidades. Tal como lo dice la sabiduría popular: si está conforme con lo que se llevó de aquí, hable con la gente. Si no lo está, hable conmigo. Los americanos le llaman building a esta práctica. Uno construye la credibilidad de alguien frente a sus prospectos y abre la puerta para la recíproca. Esta operatoria es muy clara en Linkedin, a través de las recomendaciones. Pero no solamente eso. Al hacerlo también está poniendo en hechos una vocación colaborativa y emitiendo un mensaje hacia quienes vienen atrás y hacia sus propios prospectos. Está mostrándose como alguien que puede mantenerse al margen del canibalismo cortoplacista del mercado y pensar con una perspectiva más estretégica.

Es que vender ya no vende. Todo parece indicar que hay mucha gente que busca relacionarse con quien le ayude a pensar, a escoger, a tomar decisiones y se aleja de los que aumentan el ruido gritando, depredando, o tratando de transferir responsabilidades que deberían asumir.

Pagar hacia adelante

El primer problema que usted tiene, es cómo ve el problema, decía Stephen Covey en su ya legandario texto Los siete hábitos de la gente altamente efectiva. Victoria cuenta con naturalidad su historia y uno supone que diferentes condicionamientos la fueron acercando a esa situación, hasta que llegó el momento de elegir un camino. Y seguramente lo tomó no sin dificultades. Recuerdo un maestro que decía: hay que mantenerse siempre con expectativa positiva y preparado para lo peor. Esa sensación persiste impregnando toda la entrevista: la de alguien a quien las batallas contra las dificultades le resultan una arena conocida. Que acepta los retos y puede decir además que de las crisis se sacan siempre cosas buenísimas. Que puede mirar hacia adelante y visualizar un futuro mejor para la actividad, sin dejar de edificar a su colegas y a sus maestros.

Lo que no está dicho, pero se adivina, es que conoce la naturaleza profunda de los vínculos que arman trama de redes: uno saca mucho más de lo que pone en una red y nunca termina de pagarle a sus uplines, a sus mentores. Ellos son quienes nos guían. Son nuestros mayores -profesionalmente hablando-, y lo son porque han entrado antes al juego y no porque sean mejores. Por eso, como con los hijos, se paga siempre hacia adelante, ayudando a crecer al que recién comienza.

Victoria Miles es Asistente Virtual certificada brinda servicios a emprendedores y profesionales independientes. Además, es editora de Asistencia Virtual en Argentina, donde difunde los beneficios de la asistencia virtual, como así también, del blog motiVAcional, especialmente dirigido a secretarias y asistentes que se interesan por esta nueva profesión. ¡Suscríbete a su newsletter para recibir sin cargo el minicurso «Productividad Libre de Estrés«!


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Categoría: Asistencia Virtual 2.0, nA

Acerca del Autor ()

Soy Diseñador de Comunicación, Estrategias Digitales y de Capacitación. Ayudo a las personas y a las organizaciones a instalarse en la Web 2.0, a integrar sistemas, herramientas, culturas, metodologías y lenguajes colaborativos. Podés encontrarme en Google+, en Facebook o en LinkedIn.

Comentarios (5)

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  1. Daniel I. Krichman dice:

    Hola Sandra!
    abres tantas puertas con horizontes aun sin definir, que es difícil elegir uno o dos para comentar.

    Satori!… finalmente se produjo el Satori! Esta frase tuya se me quedó clavada como una espada entre la cuarta y la quinta costilla y no me dejaba respirar :o. El tema de mucha o poca información, que subyace en ese inicio, me ayudó a definir el formato de la conferencia que tuve que dar el martes pasado, y que está reflejada en estos artículos: Frontalidad en el modelo de apendizaje y Experiencia de transmisión… pero solamente me dí cuenta de eso cuando Vicky escribió su comentario.

    Maravillosos meandros del pensamiento y la comprensión de textos y metatextos!! y maravillosa interacción de la red de pensamiento (o del pensamiento colaborativo) hasta niveles insospechados!!

    De manera que para responder quiero centrarme en justificar ese tema, que obviamente me incomodó porque no lo tenía en el plano consciente. Sin embargo, fue tan potente como para motorizar la referida conferencia y darme – en este espacio- el contexto que necesito.

    Obviamente, te invito a que leas y escuches aquellos textos.

    ¿Por qué no debería transmitirse mucha información cuando uno escribe o habla, si habitualmente manejamos muchísima información?

    Es nuestra mayor preocupación, a la hora de construir mensajes de comunicación efectiva, que además sean eficaces. Estamos inmersos en un entorno donde está dicho todo y lo contrario de todo: la Sociedad de la Información. Un mensaje complejo, articulado a partir de múltiples ideas, tiene más posibilidades de oradar las barreras defensivas de mi destinatario y menos de ser metabolizado por la maquinaria que todo lo convierte en ruido.

    Adicionalmente te obliga a estar más atento. Que no es poco, pensando en estrategias de transmisión para contextos difíciles.

    Sigamos!
    Salute!

  2. Daniel I. Krichman dice:

    Hola Vicky!
    Repito acá el comentario que te dejé en la Red, porque viene al caso y porque tu comentario me ayudó a entender cómo responder el de Sandra, cosa que haré a continuación.

    Esta conversación me gusta!

    Muchas gracias por tu comentario y por las oportunidades de desplegar cosas para pensar el funcionamiento de las relaciones en la red. En realidad vos me agradecés a mí algo que yo hice como agradecimiento (y no por interés periodístico) a lo que vos hiciste. Esto es lo que pasa con las relaciones.

    Vos no dijiste para mí lo que dijiste en el reportaje, ni tampoco hiciste la elección del medio para comunicar lo tuyo, dedicada a mí. Pero cuando yo lo escuché, en algún lugar sentí que me estabas hablando. Esto es parte del proceso de aprendizaje: Uno necesita identificarse con el que sabe, para poder aprender. Lacán, el gran psicoanalista francés de los 60/70/80, decía que uno le supone un saber a otro, que a su vez se lo supone a otro y ese otro a otro y así, formando una gran cadena, que en realidad permite que el saber sea una producción de todos y no un manantial divino.

    Esto es interesante para pensar el tema de la proactividad o de cómo se posicionan algunas personas frente al desafío del negocio propio. Quien se pone en la posición de cliente que debe ser satisfecho por un proveedor, en una actividad como la nuestra, no sabe por lo menos 3 cosas:
    1) que es poco lo que podemos hacer nosotros por él, porque no sabríamos cómo hacerlo. Por ahí nos pide que le demos trabajo y no se le ocurre pensar (pensar esto aquí sería un pensar productivo) que estamos ocupados generando el que necesitamos nosotros.
    2) que él podría pensar cómo generar su propio trabajo, porque tiene mucha más información que nosotros acerca de lo que quiere, de lo que sabe y de lo que le gusta.
    3) que la diferencia entre saber y no saber es parecida, muy parecida, a la que hay entre querer y no querer, o sea: pensar cómo hacer. Porque en el propio proceso de pensar, se construyen las preguntas que hay que ir respondiendo. De lo contrario, todo queda en una gran nebulosa, inaccesiible, indescifrable, inabarcable.

    De manera, Vicky, que no hay nada que me debas agradecer a mí, que yo no deba agradecer antes a vos. Uno toma de los otros lo que lo ayuda, lo que lo conmueve, lo que lo edifica, lo recorta como sujeto o lo hace singular y todo eso está adentro de uno y no afuera.

    Posiblemente vos no seas como yo creo que sos. Pero sos para mí como yo te veo y desde ese lugar puedo hacer el lazo, que no es otra cosa que un conjunto de afectos y creencias acerca del otro.

    Y me gusta este lazo.

    Saludos!

  3. Hola Daniel!
    Ante todo, mi gran agradecimiento por difundir esta entrevista y por tus palabras. Realmente, me siento halagada con tus comentarios y también -por supuesto- comprometida con mi profesión y con seguir compartiendo lo que voy aprendiendo día a día.
    Tus reflexiones son valiosísimas y me fascina la manera en que esta Web 2.0 nos enriquece con este intercambio fantástico que se va “tejiendo” en la red. ¡Esta inteligencia colectiva nos beneficia a todos!
    Muchas gracias por invitarme a pensar tantas cosas a partir de una entrevista en la cual, por cierto, me sentí un poco nerviosa y no sabía si lograría transmitir de manera apropiada nuestra profesión… ¡No estoy muy canchera con eso pero en fin, seguiremos aprendiendo! 😉
    Nos seguiremos leyendo aquí y en la red de teletrabajo.
    Cariños,
    Vicky
    PD: Un agradecimiento especial también a Sandra Handley, la pionera en la industria de la asistencia virtual hispana por su palabras!

  4. Sandra Handley dice:

    Daniel:

    abres tantas puertas con horizontes aun sin definir, que es dificil elegir uno o dos para comentar. Pero intentaré resumir los que mas me mueven.

    Victoria Miles (muy buena tu reinterpretación de su nombre!) es, sin duda, una de las mejores referentes en Asistencia Virtual de nuestra época, por su empuje, su visión, su preparación y su humanidad. Demuestra claramente lo importante que es el construir confiabilidad. Y siempre pone en duda su resultado, siempre pide crítica – es todo un ejemplo a seguir.

    El otro tema es el dar en las redes. ¡Cuántas veces he escuchado esto de «no avives giles»! No des o regales tu conocimiento por que otros lo aprovecharán; no des ideas que te sirvan o te ganarán de mano. Volviendo un momento a Victoria, ella repite hasta el cansancio que para ella, las ideas estan sobrevaluadas – en otras palabras: sin trabajo detrás de la idea, sin la pasión por esa idea puesta en acción, la idea sola no vale nada, no se roba. Y estoy totalmente de acuerdo con ella por que lo he visto suceder una y otra vez.

    En lo que hace a la Asistencia Virtual en particular, hay lugar para todos los que están, los que están comenzando y los que vendrán – cada uno/a en su propio nicho, y hace de las redes de AVs una de las mas colaborativas que conozco. Cada nueva incorporación, incluso las que compiten entre sí, es un valor agregado (personalmente he competido con Vicky en al menos una ocasión que sepamos, y luego nos hemos reido de la coincidencia), por lo aprendido y especialmente por lo compartido en las redes. Y esto ha fortalecido la confiabilidad en el profesionalismo de la otra.

    Por último, un tema que tocas tangencialmente: comunicación efectiva, pero desde un punto de vista formal – la escritura. Es preocupante ver lo mal que nos comunicamos por escrito, algo crucial en este entorno. Desde errores (¿horrores?) de ortografía, a construcción de oraciones incomprensibles, conceptos inconclusos, en fin… Hablando con un profesional de Gestión de Grupos hace algunos años, discutíamos las características de aptitudes y habilidades necesarias en esta Era de la Información. Me indicaba que aún no había mucha información para sacar conclusiones claras, pero que se vislumbraba que las comunicaciones escritas eran claves en estos entornos virtuales, mucho mas que en las organizaciones presenciales. La falta de observación presencial de nuestro interlocutor – si comprendió lo que expliqué o tiene dudas, si le parece bien el camino sugerido o no – requiere de habilidades superiores en el entorno virtual. Leer (LEER TODO). Comprender lo leído. Preguntar. Validar. Reconfirmar. Definir metas. O sea que, incluso aquellos de nosotros que escribimos con frecuencia, requerimos mayor cuidado de no dejar dudas en nuestra comunicación escrita. Pero me preocupa la comunicación de las nuevas generaciones: escriben mal, reemplazan palabaras por abreviaturas inventadas e ilegibles, sus oraciones no tienen siquiera sujeto y predicado, no validan sus planteos, y lo peor (al menos para mi) es que parten de un razonamiento abstracto incompleto y poco claro de lo que quieren comunicar. Y ni hablemos de su capacidad de comprender el texto que leen.

    En fin… sé que es un cierre abrupto, pero no puedo seguir extendiéndome. Repito lo inicial – abres muchas puertas sin horizontes y allí despego yo, cual barrilete, dejándome llevar por las reacciones que generan tus planteos.

    Seguiré pensando en los temas que has planteado. Gracias!
    Sandra Handley

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